El ejercicio es parte de un estilo de vida saludable, que ha ido ganando más y más fanáticos en los últimos años., entre ellos tú. Has encontrado el programa que más te conviene, lo sigues fielmente (entre nosotras, a veces puedes cometer tus propios errores) y te hace sentir viva y ágil, mientras que, al mismo tiempo, mantienes tu forma.
¿Pero qué pasa durante el embarazo ? ¿Puedes seguir haciendo ejercicio como solías hacerlo? ¿O te verás obligada a renunciar a otro hábito favorito?
En general, el ejercicio durante el embarazo puede hacerte sentir bien, y también puede ayudarte durante el parto. Pero cada cuerpo y cada organismo es diferente, por lo tanto, antes de decidir si continuar o no con tu ejercicio habitual, debes seguir algunas pautas:
- En primer lugar, debes hablar con tu matrona o médico. Infórmale sobre el tipo de ejercicio que sigues desde antes de quedar embarazada, discute qué más podrías hacer alternativamente y solo si te da luz verde, continúa tus visitas al gimnasio.
- Una vez que llegue al segundo trimestre del embarazo, la lista de actividades en las que puedes participar se reduce considerablemente. No te dejes llevar por el peso que has ganado y no aumentes la intensidad del ejercicio que hagas.
- Debes evitar los deportes en los que se entra en contacto con otras personas, por el peligro de accidentes, pero también los ejercicios que requieren que mantengas el equilibrio, porque tu centro de gravedad cambia durante el embarazo y te resultará difícil hacerlo. Además, no hagas ejercicios que necesiten recostarse boca arriba.
- Si no se sientes bien o sientes dolor durante el entrenamiento, no te esfuerces y para. Evalúa la situación adecuadamente y no dudes en consultar a tu médico.
- Asegúrate de mantenerte fresco. Bebe muchos líquidos y, por supuesto, no hagas ejercicio si tienes altas temperaturas, alta humedad o incluso más si no te sientes muy bien.
- Vístete apropiadamente para el tipo de ejercicio que estás realizando. Esto significa ropa holgada y cómoda, los zapatos adecuados, buenos y con soporte adicional.
Incluso si sigues todas las reglas, detente y consulta a tu médico si experimentas alguno de los siguientes síntomas:
- Tienes algo de dolor en el pecho.
- Tienes dolor abdominal, dolor pélvico o contracciones severas.
- Tienes dolor de cabeza
- Ante la falta o reducción de la movilidad fetal.
- Sentirte débil, mareada, con náuseas o enferma.
- Te sientes demasiado fría o sudorosa.
- Tienes sangrado vaginal.
- Observas una taquicardia irregular.
- Observas hinchazón repentina en los tobillos, manos o cara.
- Tienes dificultad para respirar.
- Tienes dificultad para caminar.
- Sientes debilidad muscular.
¿qué opinas?